EL CISNE. Camille Saint-Saëns.
El compositor planeó la obra como broma para un día de carnaval, así que aparecen leones, gallinas, tortugas, canguros, burros y varios animales más, y tiene toques de buen humor por aquí y por allá.
Uno de ellos es que Saint-Saëns tomó prestada música de otros compositores y la puso en un contexto muy distinto del original. Así, insertó desde canciones antiguas francesas hasta el “Can-can”, pasando por un trozo de la Danza macabra del mismo Saint-Saëns.
Debajo tenéis el escenario preparado para grabar en el exterior de mi casa. Sólo faltaba que oscureciera totalmente para conseguir la escena que deseaba. Si escucháis bien, oiréis los grillos que me acompañan.